A diferencia de las estalactitas calcáreas que se forman normalmente en las cuevas, las estalactitas de hielo se pueden formar en cualquier parte donde haga mucho frío y haya nevado. Se crean a partir de la nieve que se funde poco a poco desde zonas elevadas. Las gotas van cayendo, pero a un ritmo tan lento, que el frío las transforma en hielo antes de que caigan al suelo. Las gotas pasan por un tubo que se forma dentro de la estalactita. Mientras va por el tubo la gota no se hiela, pero una vez sale al exterior, el frío la convierte en hielo y hace que la estalactita crezca un poco más. A diferencia también de las estalactitas calcáreas, las de hielo desaparecen en cuanto hace un poco de calor. Las estalactitas de hielo las podemos encontrar en pequeñas cascadas de riachuelos en el bosque o también en los tejados de las casas en la montaña.